La Apple Store más nueva de Corea del Sur está ubicada en el corazón de Seúl. En la base de un moderno edificio de 20 plantas, ocupa todo el ancho de la manzana para crear una gran fachada con vistas a la calle.
La tienda es el resultado de la estrecha colaboración que mantienen Apple y el estudio de arquitectura e ingeniería de Foster + Partners. El objetivo que persigue el proyecto es el de crear un espacio de tranquilidad en contraste con la energía y vitalidad de la ciudad de Seúl.
Un exterior que conecta con la ciudad.
La fachada acristalada y la vegetación que fluye hacia la tienda buscan desdibujar los límites entre el interior y el exterior, creando conexiones tanto visuales como físicas con el tejido urbano.
La tienda da a la bulliciosa calle de Myeongdong, mientras que las elevaciones laterales dan a las concurridas calles que conectan con el barrio adyacente. Se han incorporado espacios ajardinados en las intersecciones de las esquinas del sitio creando puntos de encuentro protegidos para la comunidad circundante.
El paisaje también fluye hacia la tienda a través de una arboleda sombreada dentro del gran atrio. Este diseño permite crear pequeños refugios tranquilos que ofrecen un escape de la concurrida calle. Las esculturas de los artistas surcoreanos Jaehyo Lee y Vakki agregan puntos focales para crear un entorno tranquilo.
La estructura de la torre superior enmarca el acristalamiento de la fachada para crear una columnata monumental. Los paneles de acristalamiento de alto rendimiento se extienden horizontalmente entre las columnas de la torre.
Un interior amplio que crea espacios fluidos.
En el interior, los acabados de la tienda se extienden hacia los espacios comunes del vestíbulo de la torre. Esto permite crear amplios y fluidos que fomentan la circulación hacia la tienda en múltiples niveles.
En el nivel superior, el cálido techo de madera crea una superficie horizontal continua que desemboca en los espacios del vestíbulo. El piso superior incorpora el Foro que se eleva en voladizo hacia el atrio de doble altura, creando una galería elevada desde que se puede ver la ciudad. La sala de juntas adyacente incluye una instalación de luces a medida que incorpora reflectores de papel Hanji.
Los dos niveles están conectados por una escalera que serpentea alrededor del hueco del ascensor que cuenta con reflectividad graduada para desmaterializarse sobre su altura, creando una experiencia dinámica para el visitante.
