Una multitud de asesinos confinados en un tren bala japonés y con un objetivo común: hacerse con un maletín que contiene 10 millones de dólares. Este bien puede ser el resumen de Bullet Train, una película trepidante cargada de acción y humor en dosis iguales que intenta entretener a un espectador que desde luego no aspira a alcanzar cotas superiores.
Sin embargo, y a pesar de que la película cuenta con un reparto realmente estelar, sus personajes parece que nunca llegan a coger el tren ya que lo que uno de los elementos que más echamos de menos en la trama es una definición algo más profunda de cada uno de los protagonistas de la historia.
Un elevado presupuesto para un resultado mejorable.
Al parecer, Bullet Train ha contado con un presupuesto de 86 millones de dólares. Lo primero que se nos viene a la cabeza cuando analizamos el contenido de la película y lo comparamos con otras historias de su género es que títulos como John Wick, con un presupuesto de menos de 30 millones de dólares, superan con creces las expectativas de un espectador que desgraciadamente no va a encontrar grandes alardes en una cinta que viaja a toda velocidad y a la deriva durante algo más de 120 minutos.
Y es que incluso la duración de Bullet Train merece un comentario ya que en nuestra opinión a la película le sobran unos 20 o incluso 30 minutos de una trama que, a diferencia del tren en el que viajan los personajes, no parece tener un destino concreto, excepto, eso sí, entretener y desterrar el aburrimiento.
Los actores no lo hacen mal, pero…
A pesar del buen trabajo de cámara, del diálogo sarcástico e incluso de las buenas interpretaciones de los actores, todavía quedan demasiados aspectos en la película que hacen que descarrile al mínimo intento de otorgarle cierto nivel al espectáculo.
Buena parte de la película transcurre entre personajes deambulando entre un vagón y otro, tratando de fabricar nuevos modos de mantener a los actores en el tren, y entre chiste y chiste (agónicos en ocasiones), nos damos cuenta de que al título le faltan elementos que doten a la trama de una cierta frescura y un estilo único que nos permitan identificar a Bullet Train frente a otras propuestas o intentos similares de producir un contenido diferencial.
En nuestra opinión, los diálogos extravagantes deberían encontrar un cierto equilibrio entre unos contenidos divertidos y no tan divertidos. De ese modo, se crea una caracterización real que otorga a la película un cierto carácter único y una personalidad propia que nos permita darle un espacio propio en nuestro recuerdo.
Un enfoque que no termina de atrapar.
El principal problema de Bullet Train es que sus diálogos envejecen con cierta rapidez. Estamos ante un intento de crear secuencias de humor y de acción en un escenario repleto de oportunidades que parece dejar a un lado lo verdaderamente importante: Entretener sin romper el equilibrio entre un buen guión y un conjunto de situaciones de locura controlada que te abrazan con suavidad y te transportan hasta el final de la película de un modo único y diferenciado.
A la película le sobra sangre y violencia, dos elementos que tratados con el cuidado que merecen, pueden resultar de lo más entretenido siempre y cuando se soporten con un guión ocurrente que justifica cada una de las acciones que los personajes llevan a cabo.
Bullet Train es entretenimiento básico, sin alardes, sin pretensiones y siempre tratando de atrapar al espectador con situaciones ridículas y divertidas fáciles de asimilar y digerir. Todo un conjunto de elementos que se podrían haber resuelto sin la necesidad de invertir 86 millones de dólares, un presupuesto destinado quizá a satisfacer los honorarios de sus rutilantes estrellas.
GenexiGente opina sobre Bullet Train
Valoración de GenexiGente - 5.5
5.5
Bullet Train es entretenimiento básico, sin alardes, sin pretensiones que atrapa al espectador con situaciones ridículas y divertidas fáciles de digerir.
