Investigadores de la Universidad Metropolitana de Tokio han ideado un nuevo compuesto cuyo objetivo es eliminar el dióxido de carbono del aire ambiente con una eficiencia del 99% y además el doble de rápido que los actuales sistemas.
En general, las tecnologías de captura directa de aire eliminan el dióxido de carbono al canalizar el aire o el escape a través de algún tipo de filtro o catalizador. Otros burbujean el aire a través de un líquido, que puede absorber el CO2 o hacer que se separe en cristales sólidos o escamas.
Un método el doble de rápido que otros sistemas.
El nuevo compuesto procede de los sistemas de separación de fases líquido-sólido. El equipo del Metro de Tokio descubrió una isoforona diamina (IPDA), que fue muy efectiva capturando dióxido de carbono.
Durante la fase de pruebas, el equipo descubrió que IPDA podía eliminar más del 99 por ciento del CO2 del aire con una concentración de 400 partes por millón (ppm), aproximadamente el nivel actual en la atmósfera. Este proceso además fue mucho más rápido que otras técnicas de captura de carbono tradicionales, eliminando 201 milimoles de CO2 por hora, por mol del compuesto. Estos datos demuestran que este nuevo método de captura es el doble de rápido que otros sistemas.
Si es necesario, se puede volver a convertir en CO2 gaseoso calentándolo a 60 °C (140 °F), lo que también libera el IPDA líquido original y lo deja listo para su reutilización.
Nuestro planeta necesita de una solución realmente eficaz.
El mundo libera anualmente alrededor de 30 mil millones de toneladas de dióxido de carbono a la atmósfera, y la planta de captura directa de aire más grande del mundo actualmente elimina alrededor de 4.000 toneladas al año. Esto demuestra queda mucho por procesar y que métodos como el que ahora se exponen pueden resultar de vital importancia para poder capturar cantidades mucho mayores.
