El debut del guionista y director de cine Alex Garland en 2014 con Ex Machina no pudo ser más interesante. Esta película resulta algo extraña pero es brillante, incluso podríamos calificarla como algo turbia, una trama que sorprende a cada paso que da su argumento.
Un “Gran Hermano” plagado de conspiraciones y manipulación.
Cuando Caleb, protagonizado por Domhnall Gleeson, gana inesperadamente un concurso para conocer al solitario fundador de la empresa de tecnología para la que trabaja, poco puede imaginar lo que le depara su viaje a los paisajes exuberantes de Escandinavia. En el transcurso de una semana, Nathan (Oscar Isaac), utiliza a su empleado deslumbrado por las estrellas como conejillo de indias para un experimento único. La misión de Caleb es realizar una serie de pruebas de Turing en la inteligencia artificial de Nathan, Ava (Alicia Vikander), para averiguar si puede o no engañar a otros para que piensen que es humana.
A medida que el trío se pone a prueba, se vuelve cada vez más claro que todos los personajes tienen su propia agenda y que nada es lo que parece.
Además de abordar todas las discusiones habituales que vienen con el concepto de inteligencia artificial (libre albedrío, qué significa ser humano, etc.), Ex Machina también explora los temas gemelos de observación y control. Desde el primer disparo se observa a Caleb; se le observa desde el momento en que conoce a Nathan y especialmente cuando entra en contacto con Ava y ella empieza a procesar sus “microexpresiones”. Del mismo modo, Caleb observa constantemente a Nathan y Ava, siempre tratando de averiguar cuál es su final.
Los tres personajes centrales de Ex Machina están luchando por el control, manipulándose entre sí para ganar ventaja. Esta es una trama que más bien parece una partida de ajedrez con unas piezas que no dejan de moverse para sacrificar y trazar puentes hacia la victoria.
En su mayor parte, seguimos a tres personajes mientras se observan entre sí, y notamos cambios importantes y minúsculos en su comportamiento a medida que evoluciona la situación.
Una gran interpretación a cargo de los actores.
La escala de la tarea que enfrentan tres actores bajo un escrutinio tan minucioso no era pequeña, pero Domhnall Gleeson, Alicia Vikander y Oscar Isaac están a la altura del desafío. Gleeson e Isaac encajan extremadamente bien con sus personajes, interpretándolos como un hombre común y bondadoso y un intrigante encantador y sutilmente espeluznante, respectivamente, pero es Vikander quien causa la mayor impresión como Ava. Hemos visto muchos robots humanoides en películas, y un buen número de ellos parecían ser casi humanos: Vikander podría haber hecho el Robocop completo con un físico rígido y controlado, pero elige astutamente hacer que Ava sea naturalista en todo menos algunos de sus movimientos. Puedes olvidar que Ava es un ser artificial hasta que un cambio ligeramente extraño en la expresión o el movimiento no se ajusta al ritmo que emite una persona real. Es sutil, a veces incluso apenas perceptible, y aún más extraño por ello.
Una trama turbia y un desenlace sorprendente.
Ex Machina presenta una atmósfera espeluznante e incómoda, pero se equilibra con momentos de extrema belleza, humor inesperado y horror impactante. Aquí, Alex Garland ha demostrado ser un director con talento y con una visión clara desde el principio, pero ante todo es un guionista, y el guión de Ex Machina representa sin duda su mayor logro hasta la fecha.
El guión es inteligente sin ser abrumadoramente científico, prefiriendo siempre cambiar el enfoque hacia cómo se comportan sus tres personajes principales en compañía de los demás o cómo perciben su lugar en el vasto abanico de la vida. El diálogo de la película es ágil, y resume ideas complejas de un modo sucinto a través de declaraciones breves y profundas en lugar de extensos monólogos soporíferos
Garland también se entrega a su amor por los giros inesperados de la trama y aumenta constantemente la tensión para destapar un emocionante final teñido de horror.
Una puesta en escena brillante.
El trabajo de Garland es estéticamente memorable, y lo que realmente nos gusta es que no se centra en los fuegos artificiales. La introducción de Ava es un claro ejemplo de esos momentos en la película que permanecen contigo durante mucho tiempo. No es llamativo, de hecho, es bastante discreto. En un plano general, contra una amplia ventana, ella camina lentamente hacia la vista de perfil, y es entonces cuando exhibe sus entrañas robóticas reveladas por la luz que brilla a través de ella.
Ex Machina es una película de ciencia ficción en la que quieres entrar sin saber más de lo necesario para aprovecharla al máximo. Con el paso del tiempo, esta película puede seguir cautivando y generando un profundo debate sobre el futuro y evolución de la inteligencia artificial y de las conspiraciones humanas para seguir manteniendo el control sobre algo realmente incontrolable si sigue los pasos correctos en su evolución.
GenexiGente opina sobre Ex Machina
Valoración de GenexiGente - 8
8
La primera película del cineasta Alex Garland muestra una atmósfera espeluznante e incómoda, pero se equilibra con momentos de extrema belleza, humor inesperado y horror impactante.
