El aprendizaje de carácter dinámico que tanto impera en la enseñanza de determinados currículums adaptados a las exigencias del siglo XXI cobra sentido si además se utilizan las nuevas tecnologías como herramientas de apoyo a un entorno que debe ser versátil y eficiente.
Promover la colaboración y la exploración requiere de un diseño de aulas abierto y flexible. Las escuelas viven inmersas en un proceso de reinvención de los espacios en los que el conocimiento debe fluir entre los integrantes de la comunidad educativa, ya sean profesores o alumnos. El mobiliario debe ser móvil pero también la tecnología audiovisual debe cobrar protagonismo en todo este despliegue para así poder establecer las bases de un aprendizaje capaz de adaptarse a las exigencias no solo del presente sino a los retos del futuro.
La tecnología contribuye a alcanzar los resultados de aprendizaje deseados.
Recursos tecnológicos como las pizarras interactivas móviles, las cámaras de documentos inalámbricas y los proyectores de última generación ayudan a potenciar la flexibilidad necesaria a medida que la educación tiende hacia entornos de aprendizaje más elásticos y adaptables.
Cámaras de documentos inalámbricas.
Por un lado, las cámaras de documentos inalámbricas transmiten y graban vídeos en cualquier lugar. Por ejemplo, los estudiantes pueden trabajar en pequeños grupos y utilizar la cámara para mostrar a otros estudiantes en qué están trabajando. Una conexión inalámbrica permite al profesor utilizar la cámara de documentos en cualquier lugar del aula.
Este tipo de cámaras de documentos pueden utilizarse incluso en el exterior lo que contribuye a flexibilizar aún más la enseñanza de determinadas materias y contenidos.
Las cámaras de documentos inalámbricas permiten alejarse del modelo tradicional de enseñanza, con un maestro al frente de un aula y unos estudiantes distribuidos en filas. Algo que, aunque en vigor todavía en muchos colegios, es sin duda un claro signo de estancamiento desde un punto de vista educativo.
Un dispositivo interesante a analizar es la cámara de documentos inalámbrica Orbit Gigabit de HoverCam, un aparato fácil de configurar que funciona con sistemas operativos Windows y MacOS, ChromeOS y Android y que permite centrarse en el verdadero objetivo de la enseñanza y no en cómo preparar el hardware para funcionar de un modo óptimo. Según el fabricante, y cito textualmente, esta cámara de documentos inalámbrica se configura en dos pasos:
- Conectar el transmisor incluido a un ordenador o pantalla.
- No hay paso 2.
Pizarras interactivas móviles.
Las pizarras interactivas móviles tienen la peculiaridad de que se pueden adaptar a las cambiantes configuraciones del aula. Por ejemplo, imaginemos una clase de robótica. Los muebles, sobre todo las mesas, se mueven para dejar un mayor espacio abierto y ahí es donde una pizarra digital interactiva puede ayudar a los estudiantes a aprovechar toda la flexibilidad que presentan este tipo de dispositivos.
En este caso, la pizarra se puede reposicionar para lograr una mejor visualización sin importar en qué configuración se encuentre el aula en ese momento. La pizarra puede mostrar un conjunto de diapositivas sobre los retos a alcanzar durante la sesión de robótica. Después puede transmitir todo ese contenido directamente a los dispositivos de los estudiantes para que puedan seguir dicho contenido mientras trabajan por grupos en el aula.
Al vincular la pizarra móvil digital a los dispositivos de los estudiantes se puede flexibilizar la enseñanza logrando con ello un nivel de adaptabilidad propio de la educación de nuestros días.
Tecnología de proyección de última generación.
Una nueva generación de proyectores llegan a las aulas de los colegios más aventajados a la hora de adoptar las nuevas tecnologías como apoyo al aprendizaje flexible.
Sin duda estamos ante una verdadera revolución en la tecnología aplicada a la enseñanza, una innovación que hace que los dispositivos sean más compactos y adaptables a diferentes aplicaciones dentro del contexto que mueve a un colegio desde un punto de vista operativo en la actualidad.
Un proyector de última generación es mucho más eficiente. Presenta una tecnología láser en lugar de bombillas, es mucho más ligero y se obtiene una imagen de hasta 200 pulgadas. Una imagen de pantalla más grande aporta un mayor realismo y se puede ver desde cualquier lugar lo que contribuye a mantener a los estudiantes y profesores conectados e interesados en el contenido que se está impartiendo.
La tecnología láser permite abaratar el coste del mantenimiento de los dispositivos porque no hay que reemplazar bombillas. Además, gracias a la tecnología inalámbrica de los proyectores de última generación, el aprendizaje se puede desarrollar en espacios flexibles que se convierten en más dinámicos ya que las imágenes pueden proyectarse sobre cualquier pared o superficie. Por tanto, se puede enseñar en el aula o en cualquier otro lugar. Todo dependerá del nivel y contenido de la materia a impartir en cada instante.
La tecnología como instrumento para alcanzar un aprendizaje dinámico.
Todas estas tecnologías que acabo de mencionar llegan para revolucionar el modo en el que se imparten los contenidos en el aula. Los entornos de aprendizaje flexible requieren de soluciones de carácter tecnológico que estén alineadas con la propia dinámica del aula.
Personalizar la experiencia de aprendizaje de los alumnos es otro de los componentes esenciales que permiten llevarse a cabo gracias a la utilización eficiente de las nuevas tecnologías.
Construir el conocimiento de un modo colaborativo es posible si se adoptan las tecnologías más apropiadas capaces de apoyar a una metodología de enseñanza que pasa por establecer bases flexibles y dinámicas para adquirir un conocimiento que debe hacer foco en lo esencial del desarrollo humano que debe interactuar de un modo muy preciso con un entorno versátil y exigente.
