De acuerdo a lo que el propio director de cine reconoce, en esta nueva película Steven Spielberg ha llevado a cabo su obra más personal hasta la fecha. Se trata de una historia con cariz autobiográfico de su etapa de adolescencia centrada en su vida familiar y en cómo descubrió su pasión por el cine. Los personajes pueden tener apellidos diferentes, y la narración puede no ser completamente fiel a lo que sucedió en realidad, pero este extraordinario cineasta ha ideado quizás una narrativa que declara que el arte importa, que la idea de crear ficción a través de la imaginación es posible si se mira con el prisma adecuado.
Los Fabelman no es exactamente una historia sobre la búsqueda de la realización artística. En cambio, la película autorreflexiva de Spielberg centra gran parte de sus esfuerzos en destacar los momentos clave que ensalzan la importancia del arte, y del cine en particular, para encontrar la verdad, ofrecer esperanza y representar en cierto modo un espíritu liberador.
El cine funciona como un instrumento capaz de crear espectáculo y asombro, de instalar confianza, enfatizar el amor y encontrar esa pizca de verdad que existe en algún lugar entre el mundo que nos rodea y nuestra propia conciencia.
Más allá de los aspectos autobiográficos de la película, Los Fabelman se convierte quizá en el más veraz de los intentos de Spielberg por desprenderse de una parte de sí mismo para quedar postrado en una cinta que además de su sello inconfundible, es capaz de albergar un pedacito de reflexión en torno a una gran diversidad de temáticas.
Este gran cineasta lleva mucho tiempo defendiendo la experiencia teatral, la conservción de las filmotecas, la continuidad de los métodos tradicionales y la adopción de otros más innovadores. Y de todos los mensajes que se pueden extraer de Los Fabelman, el que más puede calar en nuestras conciencias es que el cine es esencial para el espíritu humano y que su finalidad es en la mayoría de ocasiones mucho más simple de lo que queremos atribuir y es que debemos pensar en el séptimo arte como un modelo muy relevante de entretenimiento. Nada más.
Para los grandes fans de Spielberg, probablemente Los Fabelman se alejan de esos ritmos tan intensos que en ocasiones caracterizan al cine de este gran genio estadounidense. La película evidencia un profundo nivel de respeto hacia la figura de su familia, en especial hacia la de su madre, una persona que siempre creyó en él y que con ello se ganó el respeto de Steven par el resto de sus días. Los Fabelman trata de cine, sí, pero también de familia, más concretamente de una oda a la madre del cineasta. Ella está llena de talento, es extravagante, hermosa y, sobre todo, libre.
La nostalgia que transmite la película se ve plasmada a través de una paleta de colores suaves y de un movimiento de cámara lento. Estéticamente transmite mucha fuerza y logra con éxito definir la grandeza del cine como arte. Está plagada de momentos alegres, pero sin duda se trata de una evaluación honesta del cineasta que la convierten en una película realmente entrañable.
Spielberg es claro en el mensaje que quiere transmitir a través de la película; haz lo que tu corazón te dicte que tienes que hacer, nadie más va a vivir tu experiencia, nadie tiene tu voz, dale forma a tus ideas y comprueba cuál es el resultado. Si lo logras, serás la persona más feliz y satisfecha del mundo.
GenexiGente opina sobre Los Fabelman
Valoración GenexiGente - 7.5
7.5
Es una película con cariz autobiográfico centrada en la vida familiar de Steven Spielberg y en cómo descubrió su pasión por el cine.
