Inaugurado en el año 1890, Santa Catalina, a Royal Hideaway Hotel forma parte de la tradición turística de Gran Canaria desde entonces.
Hablamos de uno de los hoteles de lujo que se alzan como un referente en elegancia y confort gracias al excelente nivel de conservación de sus instalaciones y los trabajos de rehabilitación que a lo largo del tiempo han permitido ensalzar sus espacios históricos y las numerosas obras de arte que albergan sus muros. La gran mayoría de las piezas artísticas que exhibe el hotel pertenecen al legado del artista canario Néstor Martín-Fernández de la Torre.
Además de ser el hotel en funcionamiento más antiguo de Canarias, es también uno de los ejemplos más significativos del movimiento regionalista de la arquitectura de la ciudad del siglo XX. Este espacio de lujo y distinción es el resultado de la visión del arquitecto Miguel Martín-Fernández de la Torre, quien en 1951 diseñó toda la configuración del establecimiento que aún se mantiene hoy en día.
Todos estos motivos le han merecido el reconocimiento de prestigiosos premios como los World Luxury Hotel Awards en categorías que destacan la historia, el valor cultural y la tradición de los hoteles dentro del destino o estar entre los 10 mejores proyectos de sostenibilidad y rehabilitación hotelera de 2019 según los galardones Re Think Hotel.
Glamour y exclusividad, cualidades innatas en el Santa Catalina.
La autenticidad y la exquisitez son parte de la esencia de este hotel de lujo, un establecimiento que ha atraído a grandes personalidades nacionales e internacionales desde sus comienzos para alojarse en sus elegantes habitaciones con vistas a la ciudad o al jardín.
Las 204 habitaciones del Santa Catalina, a Royal Hideaway Hotel, presentan un diseño muy cuidado sólo eclipsado por la belleza del entorno, a orillas del océano Atlántico. Un hotel de estilo clásico donde la exclusividad y calidad forman parte fundamental de una filosofía orientada al huésped, y en donde disfrutar de los mejores servicios e instalaciones más modernas forma parte del quehacer cotidiano de los profesionales encargados de la gestión del hotel.
El estilo neoclásico de las habitaciones es su seña de identidad. Estas estancias han sido cuidadosamente diseñadas para dar una cálida bienvenida al huésped que espera un entorno distinguido donde los pequeños detalles marcan la diferencia. Algunas habitaciones cuentan con balcón amueblado con vistas a la ciudad, a las galerías del hotel o al jardín de palmeras.
El hotel es además un icono gastronómico.
Santa Catalina, a Royal Hideaway Hotel exhibe su identidad canaria a lo largo de todo el año en términos gastronómicos. Gracias sobre todo a su propuesta culinaria de alta cocina, su restaurante Poemas by Hermanos Padrón, se ha convertido en el primer establecimiento con estrella Michelin en Las Palmas de Gran Canaria.
Y como no hay mejor plan que juntarse con familiares y amigos y disfrutar de una deliciosa comida, sus restaurantes ‘Camarote’ y ‘La Bodeguita 1890’, cuyas cartas hacen un guiño a su tierra, son también una pieza clave también clave en un establecimiento tan singular.
Los restaurantes ‘Camarote’— la mejor opción para sumergirse en la célebre y saludable dieta mediterránea con vistas privilegiadas al célebre parque Doramas, y su restaurante ‘La Bodeguita 1890’, con su carta de tapas que destaca por un giro vanguardista acompañado por un toque gourmet, son sin duda rincones idóneos donde descubrir nuevas experiencias culinarias de alto valor.
Wellness & Fitness Center.
Santa Catalina, a Royal Hideaway Hotel potencia el bienestar físico y mental de sus huéspedes a través de su exclusiva filosofía Betterism. Una sensación única que resulta clave para una buena vida, sin estrés, y dotada de altas dosis de salud y serenidad.
El circuito de aguas del hotel es un santuario de relajación abierto al cielo de Las Palmas de Gran Canaria con muchísima luz natural y un aire permanentemente oxigenado.
