Estilo de Vida

Sotogrande, así es su estilo de vida

En el extremo sur de Europa se encuentra uno de los mejores lugares para vivir. Pero, ¿es Sotogrande sólo un sitio con mansiones de lujo? ¿No será más bien un estilo de vida sin parangón en litoral alguno? Vamos a descubrirlo.

Puntos destacados de la historia
  • Durante aproximadamente 60 años, familias reales de todo el mundo y abundantes miembros de la élite social y económica han creado vínculos con Sotogrande.

En el extremo sur de Europa se encuentra uno de los mejores lugares para vivir. No, no estamos hablando de las ultraperiféricas y paradisíacas Islas Canarias, sino de Sotogrande, una urbanización de casas de lujo sita en el municipio español de San Roque, en la comarca del Campo de Gibraltar. Durante aproximadamente 60 años, familias reales de todo el mundo y abundantes miembros de la élite social y económica han creado vínculos, palo de golf en mano, mientras sus hijos se dedicaban a montar a caballo, a jugar a tenis y a disfrutar de los deportes acuáticos a los largo de los 20 kilómetros de costa con que cuenta este exclusivo enclave español. Pero, ¿es Sotogrande sólo un sitio con mansiones de lujo? ¿No será más bien un estilo de vida sin parangón en litoral alguno? Vamos a descubrirlo.
 

Un Edén benemérito

Sotogrande Trocadero Beach Club
Trocadero Beach Club en Sotogrande. Fotografía: Sotogrande Guide

Hablar de este lugar es, necesariamente, hablar de sol y playa. En su litoral todo residente puede solazarse de diversas maneras. La Playa de Sotogrande y su pool club, el Trocadero, son sitios perfectos para disfrutar de las bondades del mar. Para un descanso más sosegado, los cinco kilómetros de Playa Guadalquitón y su Bunker Beach Club ofrecen más intimidad. También es buen plan ir a visitar las arenas gaditanas que rodean la laguna artificial de La Reserva Club, donde las tumbonas y los camareros harán las delicias del visitante. 

Pasión por lo ecuestre

Club de Polo Santa María en Sotogrande

Tierra adentro los caballos galopan por los sotos. Y es que la hípica ha sido siempre una de las más notables señas de identidad de Sotogrande. El amante de esta cultura verá sus delicias hechas por el polo y la competición, pero también por el cross-country, la doma y el salto. Además, quienes no gozan de pericia con las riendas, pueden adquirirla en cualquiera de las formaciones que ofrecen las instalaciones hípicas dispuestas para el disfrute del caballo: Santa María Polo Club, Sotogrande Hípica, Endurance Equestrian o Dressage Sotogrande. 

Y para los que no muestren interés en los caballos pero sí en recorrer los idílicos caminos andaluces que dibujan el paisaje de la zona, el ciclismo de montaña puede ser una excelente alternativa.

El agua como terreno de juego

Tras una calurosa sesión a lomos de corceles o bicicletas, ¿hay algo mejor que continuar con la diversión en el refrescante mar? Sí, lo hay: hacerlo mientras se practica algún deporte acuático. El huésped de Sotogrande puede elegir entre buceo, esquí acuático, remo o la adrenalina del kitesurf y la vela, actividades que gozan en Sotogrande de un excelente notoriedad debido a los favorables vientos que soplan en la zona. 

La pesca con caña y la de altura también gozan de popularidad entre los habitantes o visitantes de este paraíso. El Mediterráneo es un vergel de vida marina que hará las delicias del pescador al mostrarle, si la jornada es favorable, las fauces del célebre Atún de Barbarte, por ejemplo. Para ello basta dirigirse al Puerto Deportivo de Sotogrande, donde las empresas dedicadas a ofrecer servicios de pesca se ocupan de crear la mejor de las experiencias para amigos y familiares.


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Vida social y gastronomía

Marina de Sotogrande. Fotografía: Sotogrande Digital

También en dicho Puerto se concentra gran parte de la vida de Sotogrande. Su comunidad náutica —formada por más de 800 amarres para embarcaciones— es una de las causantes de la apasionante ebullición social del lugar. El ambiente es delicioso. Los locales bullen y los restaurantes satisfacen los apetitos de quienes ocupan sus exclusivas mesas. Y es que, como no podía ser de otra manera, el paladar es uno de los grandes agasajados en Sotogrande. Los fogones tienen mucho mundo en los restaurantes de la zona, en cuyas cartas confluyen platos de innumerables culturas culinarias pero también todo lo mejor de la gastronomía andaluza.


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Redacción

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