Arquitectura y Urbanismo

Bosques Miyawaki para paliar los efectos de la contaminación en las ciudades.

Un método ideado por el botánico japonés Akira Miyawaki destinado a reforestar tierras degradadas puede ser la solución para impulsar la biodiversidad y reducir la contaminación en las ciudades.

Combatir la alta contaminación que se concentra en las grandes ciudades se ha convertido en el principal foco de atención de autoridades y comunidades de vecinos en Europa, quienes al parecer están encontrando una respuesta eficaz a este problema a través de la proliferación de diminutos bosques del tamaño de una cancha de baloncesto.

La contaminación en las ciudades, un serio problema que hay que afrontar.

Signos de contaminación en la ciudad de Madrid.

Según la OMs, más de cuatro millones de personas mueren en el mundo como consecuencia de la contaminación. Además, la gran cantidad de hormigón y de asfalto que se concentra en las ciudades absorben los rayos de sol contribuyendo a incrementar la temperatura en unos núcleos urbanos muy saturados que no dejan de crecer.

Pero ahora parece que se ha dado con una solución que a través de estos pequeños bosques urbanos permite contrarrestar este impacto negativo y generar algo de vida verde en barrios y comunidades.

Como no podía ser de otro modo, Países Bajos lideran una cruzada para extender los bosques comunitarios y así no sólo liberar al aire del temido CO2, sino además atraer plantas y animales e incluso ayudar a las ciudades a adaptarse al incremento de las temperaturas. El bosque de Muziekplein es uno de los siete minibosques que alberga la ciudad de Utrecht en Países Bajos y para un futuro próximo las autoridades del país esperan que existan más de 200 en todo el territorio.

Miyawaki y el concepto de Tiny Forest.

Derechos sobre la fotografía: IVN Nature Education

A través de la organización IVN Nature Education, Daan Bleichrodt fue quien impulsó la iniciativa de los Tiny Forest en el año 2015, un proyecto cuya finalidad es acercar la naturaleza a las comunidades y que se inspira en el trabajo del botánico japonés Akira Miyawaki. Gracias a iniciativas como esta en Países Bajos han adquirido conciencia de la importancia que tienen estos pequeños bosques para afrontar los desafíos medioambientales que presenta nuestra sociedad en la actualidad.

Fue en la década de 1970 cuando Miyawaki se dedicó a plantar especies indígenas jóvenes juntas para regenerar rápidamente los bosques en tierras degradadas. Fruto del estudio y catalogación de la vegetación de Japón, este reconocido botánico japonés examinó los bosques cercanos a los sitios potenciales en los que pensabe plantar Tiny Forest en busca de una mezcla de sus principales especies. Según el propio Miyawaki, la plantación debe centrarse en los árboles primarios del lugar y seguir las leyes del bosque natural.


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Akira Miyawaki ha plantado más de 1.000 minibosques en Japón, Malasia y otras regiones del sudeste asiático, y defiende que este tipo de bosques en miniatura crecen 10 veces más rápido, se vuelven 30 veces más densos y son 100 veces más biodiversos que los bosques tradicionales.

El método Miyawaki.

Derechos sobre la fotografía: IVN Nature Education.

De acuerdo a los principios que estableció Miyawaki, los árboles jóvenes crecen rápidamente ya que la competición por la luz hace que éstos se desarrollen a mayor velocidad incluso en parcelas pequeñas como de un metro de ancho. El método precisamente promulga que la parecela ideal debe tener un mínimo de tres metros ya que esa superficie permite plantar una mezcla de especies.

El método lo popularizó en 2009 Shubhendu Sharma, un ingeniero indio que descubrió las propuestas del botánico japonés y creó un bosque en la fábrica de Toyota en India. Este minibosque pronto adquirió una forma exultante y gracias al éxito de este proyecto Sharma decidió fundar una empresa, llamada Afforestt, para crear bosques similares en otros entornos empresariales y urbanísticos.

Desde entonces, Afforestt ha contribuido a plantar bosques en más de 40 ciudades en todo el mundo. Bélgica, Francia y Reino Unido se han sumado a este tipo de iniciativas gracias a los servicios proporcionados por la empresa de Sharma.

Creando un bosque en miniatura urbano.

Derechos sobre la fotografía: IVN Nature Education.

Bajo la dirección de Sharma, en 2015 se plantó el primer bosque diminuto neerlandés en el municipio de Zaanstad, una localidad que forma parte del área metropolitana de Amsterdam. Este proyecto sirvió para que Sharma lanzara su propio manual y así de acuerdo a dicho texto cada bosque comienza con un estudio de los árboles cercanos para determinar las especies naturales presentes en la zona. En el caso concreto de Países Bajos, las especies de árboles incluyen hayas, robles y abedules. Siguiendo con el manual, los bosques también incluyen especies de menor crecimiento, como el guelder rose o el avellano.

Según Bleichrodt, un Tiny Forest incluye entre 20 y 40 especies diferentes de árboles y arbustos. Los árboles jóvenes se plantan tres por cada metro cuadrado.

Los proyectos públicos de minibosques urbanos que se coordinan en Países Bajos tienen unas dimensiones de entre 200 y 250 metros cuadrados, más o menos el equivalente a una pista de tenis. Estos bosques pueden tener cualquier forma pero deben medir como mínimo cuatro metros de ancho. El coste de estos Tiny Forest en Países Bajos oscila entre los 20.000 euros y los 22.000 euros.

Los propietarios privados pueden sumarse a esta iniciativa y diseñar sus propios bosques de acuerdo al método en sus jardines y otras áreas. En este caso, el coste puede llegar a reducirse hasta los 3.000 euros. Ya hay unos 60 minibosques urbanos en las zonas privadas de propietarios neerlandeses. Incluso para los que disponen de poco espacio hay un sitio web oficial que comercializa minibosques de seis metros cuadrados a un precio de 125 euros aproximadamente.

Los bosques en miniatura impulsan la biodiversidad.

Derechos sobre la fotografía: IVN Nature Education.

De acuerdo a un estudio elaborado por la Universidad de Wageningen los bosques en miniatura albergan una gran variedad de especies animales y vegetales. En los 11 minibosques analizados se identificaron 636 especies de animales, 298 especies de plantas además de otras especies originales plantadas en las parcelas.

En el ya mencionado bosque en miniatura de Muziekplein en Utrecht los voluntarios identificaron 40 grupos diferentes de plantas y animales, incluidas abejas, caracoles, arañas y lombrices de tierra, y 121 especies animales en total.

Impacto de los bosques en miniatura urbanos sobre el medio ambiente.

En realidad los datos preliminares obtenidos por diversas fuentes de investigación determinan que los Tiny Forest están a la par con otras formas de reforestación en las ciudades en lo que a absorción de CO2 se refiere. En concreto el minibosque de 245 metros cuadrados de Zaanstad absorbió 631,2 kg de carbono en el año 2020. Este dato coincide con la tasa de absorción de árboles de menos de 10 años que las autoridades neerlandesas manejan en sus registros habituales.

Indudablemente, en la aborción de carbono no está la clave de la mejora general del medio ambiente sino que la respuesta la encontraremos siempre en la reducción de las emisiones.

No obstante, estos minibosques sí pueden contribuir en mayor medida no sólo al incremento de la biodiversidad sino que pueden ayudar al enfiramiento urbano, la regulación del agua y a otras acciones que contribuyan a mejorar el ambiente en ciudades y barrios.


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Juan Carlos Navarro

Fundador de la consultora de marketing MarketinLife lleva 14 años proporcionando servicios de consultoría tanto a nivel nacional como internacional. Interesado siempre en el intercambio de bienes y servicios de alto valor añadido, acumula más de 20 años de experiencia en el sector de Nuevas Tecnologías trabajando con grandes empresas y marcas ayudando en sus procesos de transformación digital.

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