St. Moritz es mucho más que un destino turístico. Llena de glamour y con una cierta obsesión por la práctica de los deportes de invierno, se la considera como uno de los resorts más deslumbrantes del mundo por su estilo, elegancia y clase.
St. Moritz fue sede de los Juegos Olímpicos de Invierno en 1928 y en 1948 y también ha acogido los Campeonatos del Mundo de Esquí Alpino en los años 2003 y 2017. Quienes visiten la estación de esquí podrán ser testigos del histórico Parque Olímpico, ahora convertido en una villa privada, y disfrutar de una sesión de patinaje sobre hielo al aire libre en el cercano Kulm Country Club.
Un paraíso para los amantes de los deportes de invierno.
Los amantes de los deportes de invierno tienen a su disposición más de 350 kilómetros de pistas dotadas de una infraestructura de última generación. Varias son las localizaciones destacadas que proporcionan una experiencia realmente exclusiva y diferente pues en Corviglia se encuentra la pendiente de salida más inclinada de toda Suiza, llegando a alcanzar un 100% de inclinación en la famosa pared Piz Nair. Otro punto de encuentro a destacar es el Bob Run, una de las pistas de hielo natural más antiguas del mundo.
El esquí de fondo también encuentra su espacio en St. Moritz ya que el emplazamiento cuenta en la Engadina con una red de loipes de unos 200 kilómetros. Otros 150 kilómetros de caminos tienen a su disposición los excursionistas que simplemente desean disfrutar de los paisajes y de un entorno realmente único.
Y después de una intensa jornada de esquí, los visitantes pueden disfrutar de una copa de glühwein en Alpina Hütte, un restaurante exclusivo que hará las delicias de quienes desean disfrutar del sol y del relax contemplando unas vistas inolvidables.
Para los amantes de las compras, en Via Serlas podrán disfrutar de los conjuntos y colecciones de diseñadores de renombre y tras una jornada de compras podrán disfrutar de un cóctel en el Country Club Bar ubicado en el Kulm Hotel.
White Turf, no todo es esquí en invierno en St. Moritz.
Durante los domingos del mes de febrero, todos los años se dan cita en St. Moritz los caballos purasangre y los jinetes más destacados de Europa en una competición que se celebra en el lago helado de St. Moritz y que cuenta como telón de fondo con las vistas de la espectacular área montañosa de la Engadina.
Las emocionantes carreras de caballos se alternan con el ski-kjöring, un deporte único en el mundo con pilotos montados sobre esquís y tirados por caballos purasangre sin jinete en los que compiten a más de 50 kilómetros / hora durante un recorrido de casi 3.000 metros para alzarse con el preciado título de “Rey de la Engadina”.
Hoteles de lujo en un entorno realmente distinguido.
St. Moritz cuenta con una importante oferta hotelera entre la que cabe destacar el hotel de cinco estrellas Carlton Hotel St. Moriz. Si lo que deseamos es estar cerca de boutiques, bares y restaurantes en el centro de St.Moritz podemos encontrar hoteles con encanto y hoteles boutique como el Hotel Laudinella o el céntrico Art Boutique Hotel.
En cambio, si lo que queremos es estar cerca de las pistas de esquí, la opción a tener en cuenta es el hotel Monopol, a tan sólo dos minutos del funicular de Chantarella y del acceso a la cumbre y zona de esquí de Corviglia.
Cómo llegar a St. Moritz.
Zúrich es el aeropuerto más cercano a LAAX y Bad Ragaz. Quienes viajen a St. Moritz pueden volar a Lugano o llegar a través del Glacier Express, que recorre una línea ferroviaria declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
