El Museo y TBA21 Thyssen-Bornemisza Art Contemporary acaban de presentar “En busca de la vida”, la inauguración en España de la primera exposición individual de envergadura de la artista filipino-canadiense Stephanie Comilang (nacida en Toronto en 1980). Esta exposición, una colaboración entre TBA21 y la Sharjah Art Foundation, ha sido posible gracias al apoyo de la Fundación Ecolec.
“En busca de la vida” invita a los visitantes a embarcarse en un viaje visual que es al mismo tiempo una profunda meditación sobre la historia, la identidad y la interconexión de las diversas formas de vida en nuestro planeta. A través de su arte, Comilang propone una reinterpretación de la naturaleza vista a través del prisma de la explotación colonial, así como de los rituales como catalizadores de nuevos inicios. Lejos de limitarse a una crítica, su obra sugiere la posibilidad de desencadenar procesos y comportamientos innovadores que promuevan un impacto positivo en el planeta y sus habitantes.
La exposición centra su atención en temas de migración y en la compleja trama de interacciones entre las dinámicas coloniales y poscoloniales, y los flujos migratorios tanto de seres humanos como de otras especies, destacando el viaje de la mariposa monarca. Se despliega una instalación audiovisual de gran envergadura, compuesta por dos pantallas opuestas que delinean las rutas marítimas empleadas por España tras su colonización de Filipinas. Este montaje, a modo de diálogo visual entre ambas proyecciones, conforma un largometraje que explora la magnitud del comercio marítimo global contemporáneo, resaltando, en particular, la contribución de los marineros filipinos al mismo. Este trabajo no solo aborda las repercusiones históricas de los movimientos coloniales sino que también pone de manifiesto las interconexiones y repercusiones globales en el presente, ofreciendo una reflexión sobre la persistencia y transformación de las rutas migratorias a lo largo del tiempo.
Acompañando la proyección cinematográfica, una impresionante colección de piezas textiles, elaboradas con fibra de piña, llena el espacio expositivo evocando elementos de la naturaleza tales como las mariposas monarca, la flor de patata, el café, la vainilla y otras especies que fueron introducidas en el Nuevo Mundo por los colonizadores españoles. Estos trabajos, que remiten a la estética de los tradicionales mantones de Manila, sirven como un eco visual del legado colonial español. La elección de la fibra de piña por parte de la artista no es casual: este material, emblemático del patrimonio textil filipino, comenzó a producirse en el archipiélago tras la llegada de los españoles y la introducción de la piña.
Stephanie Comilang, artista y cineasta de origen filipino-canadiense, desarrolla su labor creativa entre Toronto y Berlín. Su práctica artística investiga profundamente el concepto de pertenencia, incursionando frecuentemente en las temáticas de diáspora y migración desde una perspectiva documental que le permite construir narrativas alrededor de la movilidad social, el trabajo en el contexto de la globalización y el intercambio intercultural. A través de sus trabajos en video, Comilang pone de relieve las vivencias de las comunidades migrantes, enfocándose en las condiciones de explotación y las adversidades enfrentadas por aquellos que se ven forzados a dejar sus países. Su obra ha sido proyectada y reconocida en prestigiosos espacios y eventos internacionales, incluyendo el Festival Internacional de Cine de Róterdam, el Asia Art Archive in America en Nueva York, SALTS en Basilea, la Universidad de California en Los Ángeles, y la Trienal de Vídeo y Performance de Bangkok GHOST:2561, entre otros.
