Arquitectura y Urbanismo

¿Qué son los edificios inteligentes y en qué nos benefician?

A priori, la idea de vivir o trabajar dentro de un edificio que sea capaz de recordar o anticipar nuestras necesidades es más que atractiva. Atender convenientemente a nuestras preferencias en materia de iluminación o temperatura ambiente es sin duda un punto a favor de este tipo de estructuras arquitectónicas.

Edificios inteligentes control de acceso
El control de accesos es una de las funcionalidades más comunes de un edificio inteligente.

Otros factores como la seguridad e incluso la eficiencia energética son elementos que definen a la perfección los beneficios que a priori proporcionan los edificios inteligentes al ser humano.

¿Qué es un edificio inteligente?

Un edificio inteligente es una entidad capaz de evolucionar, de encajar los nuevos modos de entender el confort y el nivel de servicio esperado por quienes habitan en él. De hecho, posee un cerebro propio, denominado BMS (Building Management System), que lo convierte en un ente único.

Su capacidad para automatizar y controlar procesos diferencian a un edificio inteligente de la arquitectura convencional. Aspectos como la iluminación, la seguridad o la señalización, entre otros muchos, están conectados y supervisados por el BMS. El objetivo es claro: lograr que todo funcione del modo más eficiente posible, tanto desde un punto de vista de gestión como desde una perspectiva económica.

¿Qué tecnologías incorpora un edificio inteligente?

El BMS es el cerebro de un edificio inteligente. Es el centro de control por el que pasa toda la gestión.

En primer lugar, ya hemos hablado del elemento más importante, el BMS, el cerebro del edificio capaz de automatizar el funcionamiento de todos los sistemas.

En segundo lugar, cabe destacar el IoT (Internet de las Cosas), una tecnología que se encarga de conectar y permitir que los dispositivos se comuniquen entre sí dentro del edificio. Funciones como la iluminación, los sensores o las herramientas de medición son las que proporcionan datos que se analizan de forma constante por parte del BMS para determinar si operan bajo unos parámetros óptimos.


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Por otra parte, acabamos de mencionar a los sensores, dispositivos compuestos por tecnología térmica o infrarroja. Los sensores se encargan, por ejemplo, de medir el consumo de energía, los niveles de actividad en el edificio así como la eficiencia de los diferentes procesos. Los datos obtenidos se analizan por parte de un sistema de inteligencia artificial que se encarga de interpretar y de proporcionar al ser humano información y predicciones fiables para la toma de decisiones.

Los actuadores son un tipo de tecnología que se encarga de proporcionar energía a elementos susceptibles de incorporar movimiento o acciones concretas. Por ejemplo, las persianas, las cerraduras, los paneles solares o las cámaras de seguridad. En definitiva, un actuador es responsable de cualquier dispositivo que requiera de movimiento automatizado.

La inteligencia artificial es sin duda una tecnología que resulta imprescindible en la actualidad para un edificio inteligente. Es una entidad que reemplaza las habilidades humanas en la toma de determinadas decisiones no críticas. Tiene la capacidad de aprender sobre el consumo de energía, de detectar anomalías de tipo funcional o estructural, y también puede almacenar las preferencias de las personas con respecto a áreas como la iluminación o la utilización de energía.

Por último, cabe destacar la Realidad Aumentada, ya que en situaciones de emergencia o cuando se requiere un trabajo de mantenimiento esta tecnología hace que el proceso discurra sin problemas ni incidencias. Por ejemplo, los contratistas pueden acceder a instrucciones, advertencias o consejos para la solución de determinados problemas por medio del uso de gafas dotadas con Realidad Aumentada.

Todas las tecnologías descritas anteriormente aprovechan los datos y permiten que el edificio tome decisiones inteligentes, como contar personas o ejecutar el sistema WiFi. Los datos recopilados mediante el uso de la tecnología se analizan luego mediante una herramienta de información que puede ayudar a los ocupantes, empleados o propietarios de edificios a tomar las decisiones más apropiadas en todo momento.

¿Qué ventajas ofrece un edificio inteligente?

Los edificios inteligentes tienen la capacidad de reducir los costes operativos hasta en un 15%. Contribuyen a reducir los costes de energía, a reducir el nivel de deshechos o incluso ayudan a incrementar la productividad de los empleados y sus condiciones de trabajo.

Entre las ventajas más relevantes de los edificios inteligentes cabe destacar las siguientes:

Mayor control sobre la eficiencia energética.

Los edificios inteligentes son capaces de analizar los sistemas tecnológicos que son ineficientes en los procesos de un edificio e implementar los cambios necesarios para aumentar la eficiencia. Por ejemplo, el edificio puede encender y apagar la iluminación mientras también tiene en cuenta el entorno circundante (es decir, la iluminación natural).

Reducción de los costes operativos o de mantenimiento.

Los edificios tienen control total sobre el buen funcionamiento de los electrodomésticos utilizados por los ocupantes. Esto les permite alertar directamente a los propietarios de los edificios en caso de mal funcionamiento o cuando el mantenimiento se proyecte según sea necesario. Tener esta tecnología adicional puede ayudar a eliminar la necesidad de revisiones de servicio manuales. Además, al programar revisiones regulares de mantenimiento, el edificio puede reducir los costos asociados con el mantenimiento proactivo real.

Un mejor ambiente interior para todos.

Los ocupantes encontrarán que los edificios inteligentes ofrecen una comodidad insuperable a través de un mejor control de la temperatura y la calidad del aire interior. Pueden monitorear altos niveles de toxinas y alertar a los humanos necesarios. De hecho, un estudio ha revelado que los trabajadores pueden experimentar un aumento de la productividad del 8-11%. Al emplear la iluminación correcta, los edificios pueden ayudar a aumentar la productividad aún más, hasta en un 23 %. Los edificios inteligentes también pueden detectar los movimientos de los ocupantes y ayudarlos a cumplir con las pautas de distanciamiento social.

La información como factor clave en la gestión de un edificio inteligente.

Edificios inteligentes personal mantenimiento
La información que aporta un edificio inteligente ayuda en las labores de mantenimiento.

Los edificios inteligentes pueden recopilar grandes cantidades de datos, analizarlos e implementar sus decisiones finales. Los propietarios de edificios pueden acceder a los datos analizados, como es el caso del consumo de energía, y tomar decisiones informadas sobre sus propiedades.

Muchos inversores y organizaciones tienen problemas para aprovechar el verdadero poder de las herramientas analíticas. Esto se debe en parte a que no cuentan con datos recopilados en tiempo real que puedan ayudarlos a tomar decisiones. En resumen, los edificios inteligentes ofrecen una gran visión proyectada y una forma perfecta de anticipar eventos futuros.

A través de
Wonderful Engineering

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Redacción

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