- El cliente adinerado está impaciente por volver a retomar una actividad en la que piensa gastar de media mucho más dinero que en el periodo previo a la pandemia.
La pandemia ha traído consigo profundos cambios en la mayoría de sectores económicos a nivel global. Los operadores turísticos especializados en viajes de lujo están trabajando para diseñar itinerarios y propuestas que se ajusten a las nuevas expectativas que los viajeros más exigentes presentan en relación sobre todo a la privacidad y a la salud.
El perfil de cliente de lujo está deseando volver a coger las maletas y viajar para descubrir nuevas experiencias que permitan dejar a un lado la etapa gris que ha supuesto la crisis provocada por el COVID-19, y además está deseando gastar más que nunca para compensar todo ese periodo de inactividad por lo que ahora más que nunca es necesario elaborar iniciativas que vayan mucho más allá de lo que hasta ahora se venía ofreciendo en el sector del lujo para así poder ofrecer sensaciones realmente estimulantes.
Burbujas que eviten a otros huéspedes
Las personas de alto poder adquisitivo están dispuestas a gastar en establecimientos e iniciativas que les permitan crear sus propias burbujas de aislamiento familiar, evitando con ello el contacto con otros viajeros para así mitigar los riesgos que comportan una actitud mucho más abierta. Por esa razón, los charters de yates de lujo, la posibilidad de reservar áreas privadas dentro de los hoteles de lujo se están convirtiendo en un modus operandi habitual, sobre todo si los huéspedes o viajeros están acompañados por sus respectivas familias.
En ese sentido, los resorts están ganando enteros sobre todo porque sin el estrés que conlleva salir de sus instalaciones se puede vivir una experiencia realmente satisfactoria, evitando con ello desplazamientos que podrían constituir un riesgo potencial para la salud, por lo que este tipo de propuesta turística está bien posicionada para atraer a un público objetivo que desea disfrutar de todo el lujo y comodidad en un mismo espacio.
Viajar en jet privado
El auge de los viajes en jet privado es la consecuencia del interés por conseguir el mayor nivel de privacidad posible, lejos de las aglomeraciones tradicionales que representa la aviación comercial y estableciendo una distancia prudencial con respecto al resto de viajeros.
Y es que volar en un jet privado era un privilegio reservado a los multimillonarios pero con la proliferación de compañías que han sabido interpretar muy bien esta nueva circunstancia que ha venido de la mano de la pandemia, ahora la oferta es mucho más variada y asequible, obviamente, para bolsillos que cuentan con una cierta capacidad.
Una oferta turística de safaris y viajes de aventura
Sin duda, el espíritu aventurero con el que muchos viajeros de alto poder adquisitivo quieren retomar sus viajes, hace que buena parte de los operadores turísticos especializados preparen iniciativas que, siempre dentro de la exclusividad, presenten tours privados que combinan aventura y lujo con destinos mucho más específicos y desplazamientos más seguros alejados del gran público.
El viajero de lujo quiere recuperar el tiempo perdido
Los operadores turísticos de lujo coinciden en afirmar que el cliente adinerado está impaciente por volver a retomar una actividad en la que piensa gastar de media mucho más dinero que en el periodo previo a la pandemia. De alguna forma sienten que merecen unas vacaciones y esa circunstancia es la que muchas compañías del sector están aprovechando para elaborar propuestas de alto valor añadido que garanticen la tan ansiada privacidad.
