El CARINTHIA VII, de 97 metros, salió de las instalaciones de Lürssen en Hamburgo a principios de septiembre y ha sido entregado de nuevo a sus encantados propietarios. Después de estar en las mismas manos durante 20 años, con solo un puñado de personas viendo el interior de este yate de fama mundial, fue meticulosamente reacondicionado para sus nuevos propietarios, quienes lo adquirieron en 2022, para garantizar que permanezca a la vanguardia del industria náutica.
CARINTHIA VII representa un hito en la historia de Lürssen y del mundo de la navegación actual. Construido completamente en acero, el yate ejemplifica un nivel de artesanía, ingeniería y estilo rara vez igualado, incluso hasta el día de hoy. Ampliamente considerado como uno de los primeros megayates verdaderos del mundo, con líneas exteriores diseñadas por el galardonado Tim Heywood, la influencia del CARINTHIA VII se ha sentido en todas partes de la industria náutica.
Peter Lürssen comenta: “Estoy muy orgulloso de que, después de construir Carinthia VII, ahora hayamos podido participar en su nueva vida con una extensa renovación. Sigue siendo un barco muy particular y es un testimonio de la solidez de nuestra ingeniería y fabricación alemanas”.
Con 97 metros, será el yate más grande presente y, sin duda, el rey del espectáculo.
Reacondicionar yates de lujo, todo un negocio para Lürssen
El reacondicionamiento se ha convertido en un negocio principal para Lürssen, gracias a sus instalaciones únicas y su capacidad insuperable para realizar múltiples reacondicionamientos a la vez, todo en el norte de Alemania.
Durante el último año, más de una docena de yates de entre 70 y más de 100 metros han utilizado las instalaciones de Lürssen para realizar modificaciones y trabajos de mantenimiento. Y con más de 1.800 empleados cualificados y experimentados, Lürssen también tiene la mano de obra para afrontar cualquier proyecto, ya sea una nueva construcción, una renovación o una conversión.
Aunque Lürssen se especializa principalmente en la realización de grandes reparaciones, no deja de prestar apoyo también a yates más pequeños. Da la casualidad de que en septiembre el yate SPIRIT OF GINETTE, de 25,64 metros de eslora, buscaba con poca antelación un astillero para ayudarle en caso de emergencia.
Después de que casi ningún astillero respondiera a su urgente petición, Lürssen se ofreció a ayudar. Carintia VII acababa de abandonar el muelle 11 y resultó que un yate de 26 metros estuvo en un muelle de 320 metros durante 7 días. El trabajo principal fue la reparación minuciosa del cojinete defectuoso lubricado por agua en la bocina. Se desmontó el mecanismo de dirección y luego se extrajeron la hélice y los ejes de transmisión. El daño obligó a mecanizar el eje de transmisión. La producción de los rodamientos, que normalmente tienen un plazo de entrega de entre 4 y 6 semanas, se logró en sólo 6 días. Posteriormente se instalaron las piezas nuevas y se reconstruyeron la hélice, el eje y el timón. Al mismo tiempo, Lürssen fabricó e instaló un freno de eje, reemplazó las válvulas de agua de mar, reparó y modificó la salida de escape y reparó el revestimiento antiincrustante.
