Moda y Complementos

LOEWE, un juego de ilusiones para su colección Otoño-Invierno 2024

En un homenaje poético a los paisajes etéreos pintados por Albert York, la colección de LOEWE se impregna de una flora que trasciende lo meramente visual para tocar el alma.

Sumergiéndose en un sueño encantado, donde los límites entre un jardín secreto lleno de misterios y una galería de arte se desvanecen, la colección Otoño-Invierno 2024 de LOEWE para mujer nos transportó a un universo paralelo. Inspirada por la profunda y vibrante vegetación que caracteriza la obra del inolvidable pintor estadounidense Albert York, quien nos dejó en 2009, esta presentación fue una oda a la naturaleza en su expresión más artística. Jonathan Anderson, con su maestría, trazó un diálogo sublime entre la moda y el arte, donde las siluetas de sus creaciones resonaban con la esencia de 18 cuadros de York, dispuestos como guardianes silenciosos en las paredes. Cada paso por la pasarela no fue solo un desfile, sino un viaje emocional, una invitación a perderse en la belleza, en ese espacio donde el arte y la moda se encuentran, se reconocen y se celebran mutuamente.

Fotografía ©ARR

Al igual que una obra maestra pintada capaz de desvelar sus secretos a quienes se detienen a observarla detenidamente, cada silueta de LOEWE nos invita a sumergirnos en un mundo donde la percepción se convierte en un juego de descubrimientos inesperados. Como si de un sueño se tratase, los cuellos de los abrigos se transforman para revelar intrincadas tallas de madera, mientras que los tapices florales cobran vida a través de delicados bordados de cuentas. En este universo creado por LOEWE, una exquisita profusión de ornamentación en miniatura no solo adorna la vestimenta, sino que también embellece las botas de motociclista, invitándonos a un viaje bucólico, o se manifiesta en el relieve botánico de los bolsos Squeeze, ofreciendo un diálogo visual entre la moda y la naturaleza.

Este encuentro entre el arte y la moda nos recuerda que los detalles no son meros adornos, sino narrativas en sí mismos. Un cinturón trasciende su función original, convirtiéndose en una pieza clave que deconstruye y redefine el drapeado de un vestido, o se reinventa en un mule de tacón, desafiando nuestras expectativas. Una gota de agua gigante, suspendida sobre el hombro, actúa como una lupa que magnifica el estampado floral, invitando a una introspección más profunda de la belleza que nos rodea. Cada elemento, cada textura, cada color en la colección LOEWE es un recordatorio de que en el arte, como en la moda, los detalles son los que forjan la diferencia, los que cuentan historias, los que conectan con nuestro ser más emocional y nos invitan a mirar el mundo bajo una luz nueva y deslumbrante.

Fotografía ©ARR

En un homenaje poético a los paisajes etéreos pintados por Albert York, la colección de LOEWE se impregna de una flora que trasciende lo meramente visual para tocar el alma. Imagina un corpiño moldeado con la delicadeza de los pétalos, o una bolsa de espárragos que, a través de la meticulosa aplicación de pedrería, se convierte en una obra de arte en sí misma; pantalones que florecen con estampados de rábanos o nabos, narrando historias de una naturaleza vibrante y fecunda. En este jardín de contrastes, lo masculino y lo femenino danzan en una corbata camisera, encontrando equilibrio y belleza en la simplicidad de un bóxer y la elegancia refinada de un abrigo con doble faldón, chaquetas impecables y pantalones que fluyen como ríos de tela.

Fotografía ©ARR

El cuero, esa firma inconfundible de LOEWE, se metamorfosea en un abrazo protector en forma de chaqueta de aviador, mientras que el cuero de avestruz juega al engaño visual con un estampado trompe-l’œil en un traje, desafiando nuestras percepciones. La colección se ve impregnada por una apropiación lúdica que transforma cada prenda en un espacio de exploración creativa: un vestido se convierte en el lienzo para un estampado canino, capturando la esencia juguetona de la amistad fiel, o un suéter que, a través de hilos deliberadamente sueltos, evoca la textura de una espuma esponjosa, invitándonos a sumergirnos en la suavidad del momento. Este viaje a través de la colección LOEWE no es solo un desfile de moda, sino una invitación a experimentar la emoción y la conexión profunda que puede surgir de la intersección entre la naturaleza, el arte y el diseño.


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Ana Martínez

Apasionada de la moda, los viajes y de un estilo de vida equilibrado y sostenible me encanta disfrutar de todo lo bueno que proporcionan las experiencias de alto valor añadido.

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