La última creación de Hublot, el MP-10 Tourbillon Weight Energy System, redefine los pilares de la relojería con un enfoque que desafía la tradición. Esta obra maestra se aparta de los convencionales dial, agujas y rotor, optando en su lugar por un indicador rotativo, una reserva de marcha circular, y un tourbillon de carga automática único, impulsado por dos masas lineales. Cada lanzamiento de una nueva Pieza de Manufactura (MP) por Hublot es un evento anticipado con gran expectación, y esta no es la excepción.
El MP-10 no solo capta la mirada por su audaz estética, con suaves curvas, un diseño sofisticado y un cristal de zafiro de extraordinaria complejidad; también aloja un mecanismo de una sofisticación inigualable. Este modelo es la encarnación de la fusión entre el ingenio mecánico y el esplendor visual, un principio fundamental que guía a la colección MP. En este cruce de caminos, Hublot presenta una reinterpretación audaz de las complicaciones clásicas del reloj, con piezas que son tan revolucionarias en su funcionamiento y visualización como en sus complicaciones. Sin embargo, lejos de ser meros ejercicios teóricos o estilísticos, el MP-10 Tourbillon Weight Energy System se erige como un testimonio de relojería integral, destinado a engalanar las muñecas de un exclusivo círculo de coleccionistas.
Limitado a 50 piezas
La última joya de relojería de Hublot, el MP-10 Tourbillon Weight Energy System, se presenta en una serie sumamente exclusiva limitada a solo 50 ejemplares, un testimonio de la singularidad y la ambición detrás de su creación. Esta obra maestra encapsula el resultado de cinco años de intensa investigación y desarrollo, destacando por sus impresionantes 592 componentes y una innovación mecánica sin precedentes que incluye dos masas lineales y un tourbillon inclinado. La convergencia de estos elementos da vida a un reloj que no solo redefine los límites de la ingeniería horológica sino que también se alza como un monumento al diseño y la exclusividad.
Desafiando las convenciones, el MP-10 renuncia a las agujas tradicionales en favor de un sistema de indicación revolucionario. Cuatro indicadores giratorios despliegan las horas y los minutos, la reserva de marcha y los segundos de una manera que captura la esencia de la innovación de Hublot: la fusión del calibre y la esfera, donde el movimiento no solo impulsa al reloj sino que también se convierte en su rostro. Esta integración elimina las barreras entre el espectador y la maquinaria, invitando a una inmersión directa en el corazón del reloj. La estructura arquitectónica del MP-10, su estética altamente expresiva y la disposición vertical de sus funciones hacen de la lectura del tiempo una experiencia fluida y armoniosa, realzada por el uso de tipografías lacadas en blanco sobre rodillos de aluminio negro y marcadores triangulares rojos que señalan el momento presente. Este diseño, pendiente de patente por su singular configuración mecánica, no solo es un logro técnico sino también una declaración de elegancia y claridad.
Reinventando la cuerda automática
Hublot redefine el arte de la cuerda automática con su innovador MP-10, desafiando los paradigmas establecidos con una audacia técnica que rompe con lo convencional. En un reloj tradicional, la esfera plana y la masa oscilante situada en la parte posterior de la caja son esenciales para el mecanismo de cuerda. Sin embargo, el diseño único del MP-10, caracterizado por su ausencia de esfera y agujas y su lectura vertical, demandaba una reinvención de este sistema.
Los maestros relojeros de Hublot respondieron a este desafío con ingenio, transformando el principio de la masa oscilante y adaptándolo a la singular arquitectura del MP-10. Incorporaron dos bloques de oro blanco a ambos lados del mecanismo central, situados verticalmente y capaces de desplazarse libremente a lo largo de un eje. Este diseño vertical no solo es coherente con la estética del reloj sino que, gracias a un sofisticado sistema de amortiguadores, evita cualquier contacto no deseado dentro del mecanismo. Estos pesos innovadores, acoplados a una cremallera, permiten dar cuerda al movimiento en ambas direcciones, un logro técnico exclusivo de Hublot que promete más de 48 horas de reserva de marcha. Este sistema patentado de cuerda se activa manualmente a través de la corona situada en la posición de las 12 en punto, mientras que una segunda corona, ingeniosamente ubicada en la base de la caja, ajusta la hora, manteniendo la integridad y la elegancia del diseño disruptivo del MP-10.
Complejidad sin precedentes
En el ámbito de la relojería de lujo, Hublot eleva el estándar de complejidad y refinamiento con su última obra maestra, donde el exterior rivaliza en sofisticación con el movimiento interno. La aparente simplicidad de su construcción de caja, compuesta por solo dos piezas –una carcasa central y un fondo de caja, ambos en un titanio brillante y meticulosamente micropulido–, engaña al observador, preparándolo para el despliegue de ingeniería que corona este diseño: un cristal de zafiro de una complejidad sin precedentes en la historia de Hublot. Este cristal, que juega con planos inclinados a lo largo de tres ejes, no es solo un logro técnico, sino también una declaración estética, desafiando las convenciones y elevando el reloj a una obra de arte en sí misma.
La correa de caucho integrada no se queda atrás en este festín de innovación y elegancia. Catalogada como la más refinada jamás concebida por la manufactura, su diseño y funcionalidad representan el culmen de años de investigación y desarrollo, reflejando el compromiso de Hublot con la excelencia y el deseo de fusionar el rendimiento técnico con el lujo supremo. Cada elemento del reloj, desde su arquitectura interna hasta el más mínimo detalle de su presentación externa, es un testimonio del ingenio y la pasión que Hublot dedica a cada una de sus creaciones, redefiniendo lo que significa la complejidad y la sofisticación en el mundo de la relojería de alta gama.
