Girard-Perregaux ha desvelado su última adición a la emblemática colección Bridges. Este nuevo modelo, bautizado como Free Bridge Meteorite, se posiciona en la vanguardia del diseño contemporáneo, manteniendo al mismo tiempo el compromiso de la marca con una estética de líneas simétricas y equilibradas. Distinguiéndose por incorporar placas de meteorito, este reloj fusiona audazmente el arte del diseño innovador con materiales extraterrestres, ofreciendo una pieza que literalmente trae el cosmos a la muñeca de su portador. En resumen, Girard-Perregaux presenta una creación que trasciende los límites terrenales, posicionándose no solo como un instrumento de medición del tiempo, sino como una verdadera obra de arte intergaláctico.
Pasión por la simetría desde la década de 1860
La serie Bridges, reconocida por su histórico legado en la relojería mecánica desde la década de 1860, es sinónimo de la maestría y la innovación continua de Girard-Perregaux. La firma, que ha sido pionera en el diseño y la técnica relojera, lanza el Free Bridge Meteorite, marcando un hito con su estilo contemporáneo y materiales futuristas, manteniendo al mismo tiempo la esencia de la marca con su preferencia por la simetría. Este modelo incorpora dos fascinantes placas de meteorito, ofreciendo un diseño vanguardista que lo posiciona como una creación celestial, literalmente fuera de este mundo.
La colección Bridges ha sido siempre un referente de excelencia en la alta relojería, evolucionando a través del tiempo con una diversidad de formas, acabados y materiales. En una reinvención audaz de sus componentes estructurales, emblemáticamente destacados, Girard-Perregaux presenta una visión altamente original de esta tradición. Rememorando el triunfo del “La Esmeralda” en la Exposición Universal de París de 1889 —un cronómetro con tres puentes de oro, tourbillon y una caja meticulosamente grabada—, el Free Bridge Meteorite adopta un movimiento invertido con una disposición frontal de sus puentes, el volante a las 6 y el barrilete situado justo encima. Este diseño refleja una armoniosa simetría reminiscente del legendario Tourbillon con tres puentes de oro del siglo XIX.
Con agujas estilo dauphine esqueletizadas y lujosas para las horas y minutos, posicionadas sobre un puente que se extiende a través de varias ruedas y componentes del movimiento, el modelo celebra la tendencia de exhibir partes tradicionalmente ocultas, confiriendo al reloj una apariencia única y reveladora. Este enfoque de diseño se extiende al barrilete calado bajo las 12, permitiendo la observación del muelle principal en diversos estados de tensión, un gesto que enriquece aún más la experiencia visual del reloj y enfatiza el carácter innovador de Girard-Perregaux en el arte de la relojería de lujo.
Un lienzo relojero enriquecido con múltiples profundidades y diversas texturas
Bajo la protección de una caja de cristal de zafiro, que magníficamente capta y dispersa la luz para destacar las funciones del reloj, el innovador dial del Free Bridge Meteorite presenta el Neo Bridge. Esta pieza, fiel a su nombre, se extiende a lo largo de la platina, proporcionando una base sólida para el mecanismo del volante. La habilidad de Girard-Perregaux para jugar con las diferentes profundidades y texturas a lo largo del diseño del reloj es evidente, añadiendo una capa de complejidad y belleza a su estética. Los índices, que parecen flotar sobre un relieve, se proyectan hacia las capas inferiores, enfatizando así el característico enfoque tridimensional del modelo. La caja de 44 mm, confeccionada en acero inoxidable, presenta una sofisticada mezcla de superficies pulidas y satinadas que reflejan la luz de manera sublime, mientras que la corona se ve realzada por facetas con acabados que alternan entre el pulido espejo y el mate, aportando un contraste visual impresionante y una textura rica al tacto.
Dos placas de meteorito para ofrecer un atractivo de otro mundo
El Free Bridge Meteorite de Girard-Perregaux es una oda a la astronomía y la artesanía de alta relojería, incorporando auténticos fragmentos provenientes del cinturón de asteroides. Extraído en Namibia, el meteorito Gibeon se distingue por su rara composición de hierro y níquel, enriquecido con trazas de cobalto y fósforo. Lo más notable de este material celeste son sus estructuras de Widmanstätten, patrones cristalinos que revelan líneas de flujo naturales, confiriendo a cada fragmento una identidad distintiva. Este fenómeno natural no solo garantiza que cada pieza sea genuinamente única sino que también dota a los relojes de un atractivo visual inigualable, gracias al contraste tonal y la textura singular de los fragmentos de meteorito.
En el corazón del diseño del reloj, el puente central presenta un meticuloso trabajo de marquetería, encastrando dos placas de meteorito, aseguradas firmemente por dos tornillos pulidos. El proceso de fabricación de estas placas es tanto arte como ciencia, iniciando con el delicado corte del meteorito Gibeon, seguido de un meticuloso mecanizado para moldear las placas a la perfección. Se perforan orificios para los tornillos de fijación, antes de someter las placas a un tratamiento especial que resalta las célebres estructuras Widmanstätten. Este tratamiento debe ejecutarse con precisión para preservar la integridad del meteorito. Un acabado final de rodio protege el material contra la corrosión, asegurando que la belleza del meteorito, y con ella, del reloj, perdure a través del tiempo.
Tecnología de silicio
El Free Bridge Meteorite de Girard-Perregaux marca un punto de inflexión en la innovación relojera, al estar dotado del movimiento de cuerda automática Calibre GP01800-2085, una evolución refinada de su predecesor, el Calibre GP01800. Este avance técnico integra los últimos avances en materiales y diseño, destacando por el uso de silicio en componentes críticos como la rueda de escape, la palanca del áncora y los brazos del volante. Este material, apreciado por su ligereza y resistencia a la corrosión, permite la creación de formas complejas y precisas que las técnicas tradicionales no pueden lograr, optimizando así la geometría de los componentes para una eficiencia máxima.
El silicio destaca además por su bajo coeficiente de fricción, lo que reduce el desgaste y prolonga la vida útil del reloj. Su insensibilidad a los cambios de temperatura y su menor susceptibilidad a los campos magnéticos aseguran una estabilidad y precisión excepcionales en el movimiento. Con el Free Bridge Meteorite, Girard-Perregaux ha logrado desarrollar un volante de inercia variable y un escape de silicio, reforzando la resistencia del reloj a influencias externas como el magnetismo y los impactos, lo que resulta en una mejora significativa en la estabilidad y precisión del tiempo.
Aunque vanguardista, el Free Bridge Meteorite no abandona las raíces de la alta relojería, incorporando materiales y acabados tradicionales. Los componentes del movimiento están meticulosamente decorados con el motivo «Côtes de Genève», biselados, motivos en espiral y acabados pulidos arenados, reflejando la excelencia artesanal de Girard-Perregaux. El emblemático águila de la manufactura, grabada en cada movimiento, subraya la autenticidad y el prestigio de la marca.
En consonancia con la herencia de la colección Bridges, el Free Bridge Meteorite comparte las características icónicas de sus predecesores, como los puentes en forma de flecha que debutaron en 1867, continuando el legado de innovación de la casa. Con este lanzamiento, Girard-Perregaux no solo preserva su rica tradición relojera sino que también redefine los límites de la precisión, la durabilidad y el diseño en la relojería de lujo.
