Ambientada en un futuro distópico en el que Occidente está en guerra con Oriente por los avances en IA, The Creator se estrena en el apogeo del profundo debate social y político con respecto al papel de la Inteligencia Artificial en la vida cotidiana.
Joshua Taylor (John David Washington), un ex agente de las fuerzas especiales, es reclutado específicamente para cazar y matar al “Creador” de la IA (también conocido como Nirmata), quien ha desarrollado un arma misteriosa con el poder de acabar con él solo. la guerra. Bienvenido de nuevo a la ciencia ficción de presupuesto medio.
Como muchas otras obras de ciencia ficción, The Creator comienza con el objetivo principal de presentar a los personajes, contar una historia de fondo y establecer el mundo en el que se desarrolla la historia. Al encontrar su escenario en la “Nueva Asia”, se nos muestra el maravilloso paisaje que el continente tiene para ofrecer.
Filmada principalmente en exteriores, gran parte de la película se desarrolla a través de paisajes gloriosos, creando una maravillosa sensación de un mundo que sigue siendo natural y hermoso al mismo tiempo que está invadido principalmente por tecnología futurista: campos de arroz eclipsados por grandes espacios metropolitanos, bosques aplastados por grandes tecnológicamente Tanques avanzados del ejército estadounidense. Crea una hermosa yuxtaposición que actúa como un útil recordatorio visual de lo que realmente trata la película; la vieja forma de vida versus la nueva.
Esta confrontación entre el nuevo y el viejo mundo se ve de un modo mucho más patente en la historia del protagonista, Joshua Taylor. Aunque su objetivo dentro de la película es localizar el arma (una niña, interpretada por Madeleine Yuna Voyles), y mantenerla a salvo hasta que el ejército de los EE. UU. pueda retenerla, el verdadero objetivo del personaje es localizar a su esposa, que se presume estaba muerta. Creyendo que la niña, a quien Josh llama cariñosamente Alphie, sabe dónde está, Taylor la utiliza en un intento de encontrar a su esposa.
A través de flashbacks se nos muestra la relación de Josh con su esposa, siendo un punto importante de discusión que se negó a ver a A.I. como personas, creyendo que no sienten nada, mientras que ella los veía como una familia. En su misión de mantener a Alphie a salvo, Joshua comienza a comprender de dónde venía su esposa.
La relación entre Taylor y Alphie sigue en gran medida el conocido tropo de pareja extraña en el que los dos personajes principales están muy separados, tanto personal como ideológicamente, pero se unen al pasar tiempo juntos y aprender a entenderse entre sí. No sorprende que el director Gareth Edwards haya citado a Paper Moon, E.T. el Extraterrestre y Rain Man como principales influencias en la película.
Edwards y Weitz han escrito un buen guión con una historia bien estructurada y atractiva, pero en nuestra opinión han fallado en las relaciones clave: a pesar de hacer un buen trabajo a nivel individual, la química entre Washington y Voyles no es tan fuerte como la de aquellas relaciones que están emulando. La mayor parte de este problema lo vemos en el diálogo directo. Sin embargo, afortunadamente, tanto John David Washington como Madeleine Yuna Voyles son tan agradables y encantadores que el impacto emocional llega cuando realmente lo necesitamos.
The Creator es una gran película de ciencia ficción con grandes ideas (hombre versus máquina, nuevo versus viejo, cómo la próxima generación es el futuro), pero nunca se presenta de una manera que parezca inaccesible. La película nunca aspira a ser más inteligente de lo que realmente es. Cada hilo individual de esta narrativa se presenta de una manera que es fácilmente digerible por parte del espectador.
Por otra parte, The Creator nos describe un mundo tremendamente bien construido, diseñado de tal manera que miramos con regocijo las armas y naves espaciales en la pantalla. Las escenas están llenas de acción emocionante y también de algunas ideas únicas: hay una secuencia particular con robots autodestructivos que es digna de ver. La joya de la corona del Creador, sin embargo, viene en la forma del USS NOMAD, una estación espacial capaz de lanzar ataques destructivos desde órbita. En numerosos puntos de la película podemos ver al NOMAD en acción, flotando en el cielo mientras irradia una luz hacia la superficie, cambiando constantemente de forma e iluminando el cielo. Es impresionante a la vista, pero una vez que vemos que NOMAD fija sus objetivos, vemos el verdadero poder del arma: es escalofriante.
Por todas estas razones, El Creador funciona bien por sus propios méritos. Está claro, sin embargo, que muchos pondrán en contra el contexto exterior de la película. Algo a lo que se presta bastante este tipo de películas.
Muchos cinéfilos quizá se pregunten si desean que se les recuerde los temores de la sociedad en torno a la IA o si merece la pena definir otro tipo de trama en torno a una temática que se presta mucho a otro tipo de historias mucho más significativas. Pero The Creator es, a todos los efectos, una película de puro entretenimiento. No estamos ante un 2001: Una odisea en el espacio, así que no cambiará tu vida ni te dejará cuestionando lo que acabas de ver. Sin embargo, verla en los cines sin duda ayudará a cambiar la industria cinematográfica y les dirá algo a los estudios sobre la variedad de películas que el público desea ver. Si tiene éxito. Merece tener éxito.
Gareth Edwards ha regresado a nuestras pantallas después de siete años y crea más de dos horas agradables de bondad de ciencia ficción, trayendo consigo algunas imágenes hermosas, una excelente construcción del mundo y dos protagonistas encantadores para endulzar el trato. Si buscas pasar un buen rato viendo el cine, no busques más que The Creator.
GenexiGente opina sobre The Creator
Valoración GenexiGente - 6
6
Un espectáculo de acción y ciencia ficción bien resuelto técnicamente. Película para disfrutar sin ir más allá de los profundos debates sociales que pretende alimentar.
