El Breitling Navitimer ha sido el reloj favorito de aviadores y pilotos. Incluso el astronauta Scott Carpenter en 1962 llevó un reloj de la marca hasta el espacio.

Lo que comenzó siendo una herramienta para pilotos ha pasado a ser un objeto que marca las vidas de los que lo llevan en su actividad diaria personal. De hecho, un coleccionista que se precie siempre desea poseer al menos una pieza Breitling por su valoración, su precisa maquinaria y su diseño exclusivo.

Ahora, el fabricante de relojes suizo quiere rendir homenaje a su pieza más inconfundible e icónica lanzando una colección de Navitimer que es fiel a su estilo clásico pero que además incorpora elementos de carácter moderno.

El reloj oficial de los aviadores.

Ni siquiera su creador pudo haber predicho el fenómeno en que el Navitimer se convertiría con el tiempo. En 1952, Willy Breitling desarrolló un cronógrafo de muñeca con una regla de cálculo circular que permitía a los pilotos realizar todos los cálculos de vuelo necesarios. Dos años después, la Asociación de Propietarios y Pilotos de Aeronaves de EE. UU., el club de aviadores más grande del mundo, anunció que el diseño se convertiría en su reloj oficial. El logotipo alado de la asociación fue colocado a las 12 horas y así nació el navigation timer («temporizador de navegación»), o Navitimer.

El Navitimer creció junto a la floreciente industria aeronáutica civil. Ha sido siempre un reloj muy apreciado tanto por los capitanes de las aerolíneas como por los entusiastas de la aviación. Incluso, tal y como ya hemos avanzado, llegó hasta el espacio en la muñeca del astronauta Scott Carpenter en 1962, ya que como reloj de 24 horas le permitía saber cuándo era de noche y cuándo de día. No obstante, la arrolladora estética del reloj no atrajo solamente a pilotos. Las celebridades de la época como Miles Davis, Serge Gainsbourg, Jim Clark o Graham Hill fueron devotos de este cronógrafo, demostrando que, además de precisión, el Navitimer tenía estilo.

Una nueva colección con el estilo retro-moderno característico de Breitling.

Breitling ha preservado los aspectos más reconocibles del código de diseño de este icono para crear el nuevo Navitimer. Es inconfundible, y se aprecia de lejos que es un Navitimer por su regla de cálculo circular, los índices de bastón, el trío de contadores del cronógrafo y el bisel con muescas para facilitar el agarre. Sin embargo, de cerca, se perciben con claridad sus modernos refinamientos.

Una regla de cálculo plana y un cristal convexo crean la ilusión de tener un perfil más compacto. La alternancia entre acabados pulidos y cepillados confiere a los elementos metálicos una calidad lustrosa, pero discreta. Una silueta más esbelta en la masa oscilante realza la vista del dorso de la caja abierto con el Calibre 01 de la manufactura Breitling, que posee la certificación COSC. Este movimiento cuenta con una garantía de cinco años, proporciona aproximadamente una reserva de marcha de 70 horas y permite al usuario cambiar la fecha —ahora visible a través de una discreta ventana a las 6 horas— en cualquier momento.

El reloj está disponible en una gama de diferentes tamaños (46, 43, o 41 mm), dos materiales para la caja (acero inoxidable u oro rojo de 18K), y una selección de correas (piel de cocodrilo semibrillante o brazalete de metal con 7 eslabones). Los colores modernos con tonos de azul, verde y cobre definen las opciones mejoradas de la esfera. Y no cabe duda de que una de sus características despertará la nostalgia: el logotipo con las alas de la AOPA regresa a su posición original a las 12 horas.

Un reloj que va más allá de su función.

Después de 70 años, el Navitimer ha trascendido su función original de herramienta utilizada por los pilotos para calcular su rumbo. Se ha convertido en un símbolo para todos aquellos que planean sus andaduras personales por la vida.

El Navitimer ha recorrido un largo camino desde que Willy Breitling esbozó su idea para una herramienta de vuelo que pudiese llevarse en la muñeca. Este rediseño, centrado en el color, el estilo y el atractivo inclusivo, marca una nueva fase en la trayectoria del Navitimer, que combina la estética y los valores modernos de Breitling con su histórico savoir faire en el arte de la relojería, con el fin de crear una identidad actualizada para el emblemático reloj que lo empezó todo.
